¡Hola! soy Ana Sanstone, diseñadora de información y espacio público, fotógrafa profesional, cofundadora y directora de 2tono. 

Hace más de un año me convertí en mamá, hoy he querido compartir mi experiencia personal y profesional por primera vez en este espacio.

¿Cómo encontré el balance entre la maternidad y el diseño?, ¿qué aspectos positivos he fortalecido y son un plus en mi trabajo y para mis clientes?

Lo resumo en los siguientes puntos:

1. INTUICIÓN Y EMPATÍA

En cuanto me convertí en mamá se despertó mi alarma primitiva para estar atenta y alerta en todo momento. El poder detectar y traducir el llanto de mi hija para saber qué es lo que le pasa es una habilidad nueva para mi. También la intuición juega un papel fundamental y es la que al final me ha empujado a tomar decisiones en momentos importantes. Aunque suene un poco extraño estas herramientas las utilizo también con los clientes, en especial con los que no saben qué es lo que quieren o qué están buscando. Los diseñadores debemos aprender a escuchar realmente a nuestros clientes para empatizar con ellos y poder guiarlos (cargados de paciencia) hacía resultados comerciales que beneficien a sus empresas.

2. DENTRO O FUERA DE CASA

Lo primero que me di cuenta es que mi idea de «soy diseñadora y cuando sea madre trabajaré desde casa» en la práctica no fué como lo esperaba. Me imaginaba trabajando cuando mi hija estuviera dormida o entretenida, pero en esos cortos momentos tenía que aprovechar para hacer tantas cosas que cuando menos me lo esperaba ya estaba despierta de nuevo necesitándome cerca o «pidiendo llet«. Aunque actualmente trabajo pocas horas desde casa (cuando mi esposo puede cuidarla), me ha funcionado mejor tener mi espacio de trabajo fuera de ella, me concentro al 100%, me siento más creativa y así en casa prefiero disfrutar el tiempo con mi familia. 

3. PLANEACIÓN Y FLEXIBILIDAD

Para poder avanzar con eficiencia en mis proyectos la organización y planeación se han convertido en mi guía, ya que en cuanto tengo un momento puedo saber qué hacer y enfocarme en esa tarea. Por el otro extremo la maternidad me ha enseñado a ser más flexible, estar abierta y preparada ante cualquier percance. Los hijos, de un segundo a otro, pueden modificar tus tiempos y hacer que detengas la actividad que estás haciendo en ese momento, así que es de gran valor tener la capacidad de buscar distintos recursos hasta encontrar, con rapidez y calma, el que de mejores resultados.

4. DEFENDER UNA IDEA

La maternidad y el diseño tienen algo muy curioso en común: a todos les gusta opinar del tema porque quieren compartirte lo que saben. Por eso es tan importante que si no tienes la experiencia estés bien informada para que al final tomes la decisión, de lo que creas mejor para ti y para tu hijo, dejando de lado la opinión y ayuda que no encaje con tus ideas.

Lo mismo ocurre en el diseño, es primordial investigar y conocer todo sobre tu cliente y las necesidades del usuario final. Cuando se obtiene un concepto de diseño y una idea creativa bien fundamentada se respalda por si sola ante dudas y opiniones.

5. JUEGO Y CREATIVIDAD

Tener a una pequeña compañera en mi vida que muestra su mundo con una mirada limpia y nueva es mi inspiración de cada día. Me sorprende cuando me enseña a hacer pausas para mirar pequeños y grandes detalles de la cotidianidad: el recorrido que hacen las hormigas, la forma de los pétalos de una flor diminuta, las distintas texturas que tienen las fachadas de las casas, etc.

También retomar el juego me ha despertado la curiosidad por las cosas que ya «están vistas», fomentando la imaginación, favoreciendo la interacción con mi grupo de trabajo, ayudando a resolver problemas y obtener respuestas. 

6. GESTIÓN DEL TIEMPO Y EFICIENCIA

La ventaja de trabajar en una empresa propia es ser la administradora de mi tiempo, tener la libertad de decidir cuánto vale, las horas en las que puedo y quiero trabajar. Ahora de mamá, se reduce ese tiempo, así que el no querer perderlo (ni hacer que lo pierda un cliente), me obliga a priorizar, ser más práctica y eficiente. También me impulsa a decidir en qué proyectos puedo involucrarme más y en cuales necesito apoyo de colaboradores o partners.

En la gestión del tiempo también es importante utilizarlo para mi misma, ya sea para descansar, bailar, tomar un té, bañarme con tranquilidad, leer o escribir, unos minutos de pausa ayudan en la actitud y calidad laboral.

La lactancia materna ha sido otra experiencia que me ha enseñado a hacer pausas, beneficiando el no estar tantas horas seguidas enfrente de la pantalla en una misma o mala postura, descansando la vista, además de las ventajas de tener un momento único e íntimo con mi hija. 

7. TRABAJO EN EQUIPO

Ser madre me ha confirmado que somos seres sociales, necesitamos vivir en comunidad, conocer nuestras capacidades para ofrecerlas y también aceptar nuestras carencias para pedir apoyo en el momento que lo necesitamos. El primer equipo que he formado es con mi pareja, hemos estado unidos desde el inicio, en constante comunicación y complementándonos para educar a nuestra hija de la mejor manera. Por otro lado es necesario y muy importante tener cerca a una comunidad de madres que ya hayan vivido la experiencia. Procuro estar rodeada de mujeres que admiro y que son mi guía: empezando por mi mamá (¡a la que le debo tanto!), mi suegra, familiares, amigas y madres que han empezado la aventura conmigo. 

Esta red de apoyo es la misma que se necesita al realizar un proyecto de diseño desde cero, la colaboración y el coworking es la que enriquece los procesos y con la cual se destaca la calidad en los resultados.

En resumen ser madre ha reiniciado y rediseñado mi vida por completo.

Este post está dedicado para todas las mamás en su día, en especial para mis colegas diseñadoras y creativas.

¿Cuál es tu plus como madre y profesionista? Nos encantaría conocer tu experiencia.

Fotografía: Dakota Corbin